TestAMeNtO del Rey MoMo HumBertO FlOridO
Un galpón de luz es el templo de Momo, un guarda culpable de generar alegrías y tristezas que se ha olvidado de su función!
Tiene cara de mosca, orejas de chancho, patas de cabra, trompa de elefante y culo de mandril.
Arderá en llamas.
Sean buena gente, dijo Humberto Florido.
El tiempo del reloj quedó en el mismo lugar, pero la fantasía nos permite viajar en este tren que dejó sabores con ilusión a comunicación.
¡Volve tren!
Con el sonido de una campana me fui alguna vez, como lo haré hoy, pero hoy es distinto, por que me esfumo, me hago cenizas a la luz de un farol plantando la certeza de que voy a volver… mutado pero volveré.
Yo, Humberto Florido deseo dentro mío tener mucho ruido.
Que el dolor de muchos sea visto por los pocos poderosos.
A la hora señalada el tren regresará, los rieles chillarán y los durmientes despertarán.
Espero que les guste la fiesta del Momo.
Dentro de poco será mi partida, me iré. Me iré como este tren que nunca regresó, que nos dejo a todos esperando y mirando las vías, con la ilusión que regresará con su escandaloso ruido que nos hacia tan feliz.
Siempre te sigo esperando.
Viaje con destino, espera con paciencia acompañado con desilusión, tristeza, amargura, pero con una pizca de esperanza e ilusión.
A lo lejos la nube de polvo anuncia su regreso… a lo lejos.
Me quiere, no me quiere… me dejan y me llevan.
Mi reino por una MOMA.
Que los andenes se llenen de encuentros.
Canto de locuras mañanas y carcajadas, quiero que pasemos feliz carnaval.
Deseo que siempre estés, que siempre pienses en mí.
Mi reino por un beso… que no se pierda la alegría… que siga el tren.
Es la felicidad del carnaval como el corazón de la murga.
Mis cenizas se convertirán en solidaridad y alegría para todos.
Silbatos y campanas marcaron una despedida.
Hoy, Humberto Florido nos reúne para conmemorar y jamás olvidar.
Florido entre campos da margaritas, con vías robadas que Momo nos las hace recordar.
¡Momo volvé! Te queremos ver viajar en este andén vacío de viajes.
¡Te quiero Momo!, ¡te amo Momo!, ¡te amo siempre Momo!, me gusta venir todos los días, estoy orgulloso de estar con los chicos y chocarles la mano.
Gracias Rey por toda esta alegría, la felicidad de todos, gracias a vos, es algo inigualable.
Momentos hermosos vivimos en esta fogata tan brillante con aroma a carnaval, disfrazados de sonrisas enormes, y con los corazones latiendo muy rápido.
Gracias por todas estas mañanas tan lindas.
Te saludo con mis manos llenas de pintura, y con una lágrima de felicidad.
Un Rey Momo que renace de margaritas, un Rey que es testigo del pasado, presente y futuro… de la cual no olvida!
Somos el escuadrón blanco de Humberto Florido, con el corazón enllenado de felicidad nos despedimos.
Momo, volvé y llevate la mala vibra que deja la desazón y la crisis mundial.
Caro Momo, te voy a querer mucho.
Se va el tren, se va lejos. Yo me quedo a juntar las margaritas. Chau Momo te voy a extrañar mucho.
Aunque mi farol no alumbre, ni mi reloj avance, mi corazón estará alerta al silbato que anuncie un nuevo viaje.
1 comentario:
¡Gracias por acompañarnos en este viaje!
Nos encontramos en la próxima estación...
Macondo
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